Espere, espere, espere… a ver… explíquemelo más detalladamente porque no le estoy entendiendo…
Bue… vaya haciendo marchar un café doble y se lo cuento otra vez…
¡Maaaaaarche un café doble para la mesa tresssssss!
Bien, el tema es así: ayer la ebullición municipal comenzó cuando a peronistas, casi peronistas, neoperonistas y ¿desde cuando soy peronista? se les juntaba el homenaje por los 40 años del fallecimiento del General y el partido Argentina-Suiza…
¡Ah! Ya empiezo a entender…
Bueno, todo empezó cuando Joaquín venía entrando por la puerta de Sarmiento y lo intercepta Huguito “Lanzadera volante” diciéndole casi desesperado: “¡Juako, hay que organizar el acto por la muerte del General!”
“¿Qué General?” –preguntó Joaquín- “¿Videla?”
“¿Cómo Videla, gordo?” –se desesperó aun más Huguito- “¡Perón, gordo, Perón!”
“¡Ah!” –apuntó Joaquín como entendiendo por dónde venía la mano- “Perón… como mi viejo siempre me hablaba de Videla, pensé que…”
“¡No, Juako, no!”, se alteró Huguito, cuando en ese momento pasó por allí “Le pertenezco, Hugo” Gastón y atinó a preguntar: “¿En qué busto van las flores?”, fue justo ahí que el “Papábile” Hipólito empezó a gritar desde la vereda: “¡El busto es mío! ¡El busto es mío!” ¿Va entendiendo?
Sí, sí ¿Y?
Y bueno, al escuchar al “Papábile”, “Allí donde esté Otahacehe” Andrésito vociferó desde la escalera que va al HCD: “¡Tranquilo Hipólito, que vamos al busto de Perón, no al de Rucci!”
¡Qué lo parió!
Psé… En eso, “Palomo” Guillermo agregó agitado, mientras correteaba por un pasillo del Deliberativo a una empleada de Despacho: “¡Ahora que me acuerdo, al busto de Rucci le afanaron el paraguas, Hipólito!”, justo antes que la chica se encerrara en el baño de damas, al que el Guille pretendía entrar igual…
“¡Mamita!”
Mamita gritaba la chica desde adentro del baño, precisamente…
¡Qué lo parió!
Sí, eso decía Guille mientras se acomodaba la camisa adentro del pantalón camino a su oficina…
¡Uh! ¿Y cómo siguió la cosa?
Bue, el “Papábile” al oír el comentario del “Palomo” empezó a las puteadas, en eso atinó a pasar por ahí “Mirá que te meto un derechazo” Federico que increpó al “Papábile” para que dejara de putear…
¡Dios mío!
Eso murmuraba “¿Dónde esta Mauricio?” José que estaba viendo todo lo que ocurría desde la ventana de la secretaría de Gobierno, mientras Joaquín, que ya se había ubicado en el balcón de la Muni, practicaba el saludo con los brazos en alto al estilo Perón…
¡No diga!
Digo, pero como lo tenía al lado, asesorándolo, a “¿Todavía existen los negros?” Sergio, le salía el saludo nazi…
¡Qué lo parió!
Eso mismo decía “Ahora tengo un megáfono” Salvaggio, que desde un camioncito con propaladora daba vueltas a la plaza difundiendo a todo volumen la marcha peronista, gritando por la ventanilla: “¡Acá el único peronista soy yo!” a lo que Marisa “Todo es muy rico” de Eliott, con cara de asco le espetó: “¡Vos sos K, pibe!”…
¡Qué despelote!
Psé… en medio de esa batahola se acercó “Me banca La Cámpora ¿y qué?” Marcela María respondiéndole a Marisa: “¡Yo soy K de la primera hora, no ese atorrante!”, “¡¿A quién le dijiste atorrante?!”, preguntó alterado Salvaggio mientras frenaba el camoncito de golpe, en el mismo momento que llegaba “Siempre fui un joven K” Bruno, quien intentando calmar los ánimos les decía: “Tranquilos muchachos, que aquí el único que tiene la foto con Cristina soy yo”…
“¡Sí, pero la foto con Néstor llorándole en el hombro es mía!, atinó a decir “Más montonera que nunca” Podestá, que pasaba ocasionalmente por allí, sin darse cuenta que desde la otra esquina venía caminando “Cenando espero” Prunotto que le recordó: “¡La foto la tenés vos, pero a Néstor lo traje yo a San Miguel!”
¡Qué despelote!
Ni le cuento…
¡No! ¡Cuente, cuente!
Bue, sigo. Desde la 25 observaba toda la situación “Y ahora de que voy a laburar que me quedé sin el FOGABA” Castro comentándoles a quienes lo acompañaban: “Todos estos, de Perón no saben nada, el único auténtico homenaje al General es el que organizo yo”. “¡Mentira!” –le gritó desde otra mesa César “La Dirección de Prensa es mía” Gómez, y agregó-: “¡Yo sí conocí a Perón, no como ustedes, pendejos!”, dicho esto se levantó y se fue…
¡Se pudrió todo!
Se pudrió todo cuando “¿Le manejo el auto, Jefe?” Héctor llegó corriendo, haciendo gestos desesperados para llamar la atención de Joaquín que seguía en el balcón, que ya a esta altura y con Sergito al lado, soñaba con ser Adolfo…
¿No será Alfonso?
No, Adolfo, Adolfo… el del Reich…
¡Papá!
Psé… la cuestión es que Héctor le gritó desde abajo: “¡Juako, ya empieza el partido! ¿Por qué no dejamos el acto para más tarde?”. “Esto con Mauricio no pasaba”, se indignó Max mientras se metía en el bar de al lado para ver el partido…
¡Qué despelote! Pero ¿y el acto?
¡Suspendido! en el preciso momento que “¿El Larcade dónde queda?” Mario se subía al auto avisándoles a todos: “¡Me voy a la plaza Muñiz a ver Argentina-Suiza en pantalla gigante!”. “¡Peronista tenía que ser!”, vociferó “Juvencia” Rebaldería que caminaba apurado por allí para llegar a la Cámara de Comercio y agregó: “¡Suiza es a donde se llevó la guita Evita!”
¡Qué lo parió!
Eso le dijo el Indio “Cacique” mientras murmuraba “gorila, gorila” plantándose firme en la plaza para cantar el Himno que ya se escuchaba desde el televisor del bar…
Patriota el hombre…
¡Qué buena película!
¿Cuál?
“El patriota”…
¡Ah, sí! Bueno ¿cómo terminó la cosa?
Con casi todo el gabinete y casi todo el HCD viendo el partido en la plaza Muñiz…
¿Mezclados entre la gente?
Justamente eso decía “Di Caprio”…
¿Qué decía?
“Nos mezclamos entre la gente porque somos funcionarios bien peronistas, los más peronistas de los peronistas”, cuando en ese preciso instante se escuchó la voz de “Aquí me pongo a cantar” Luppino que pasaba por allí con su camioneta recordándoles que: “¡Nadie tiene el peronómetro, che, y al fin y al cabo, la organización vence al tiempo!”. “¿Qué organización si del acto todavía no organizamos nada?”, preguntó “¿Dónde está Mauricio?” José mientras seguía una jugada de Di María, a lo que “Di Caprio”, un poco molesto, mientras rezaba en latín para que ganara nuestra Selección, le dijo: “¡Calláte Pepe, no me desconcentres ahora! ¡Perón puede esperar!”. “¿Cómo que Perón puede esperar?”, le preguntó desconcertado“Joaquinito” Jaime…
“Claro –aclaró Joaquín ya persignándose- esperó 18 años para volver ¿Qué le va a hacer esperar unas horitas más para que lo homenajeemos, eh?”. “Juako ¿no se te está yendo la mano?”, se preocupó “Lanzadera volante” mientras se comía el pañuelo ante una jugada peligrosa de los suizos. “¡Eso! –se ofuscó “Me banca el Indio” María Isabel- ¡que devuelvan las manos!”. “¿Qué manos?” –inquirió nervioso “Yo no soy Pro” Alfonso desde arriba de un árbol para ver mejor la pantalla…
¿Para ver mejor o para esconderse de los muchachos joaquinistas?
No sé. Bue, la cuestión que desde algún rincón un vecino de voz cascada por los años y al mejor estilo justicialista le espetó: “¡Las manos de Perón! ¿Qué manos van a ser pelotu…?”
¡Uh! ¡Qué jornada de aniversario!
¿Qué aniversario si lo más importante de la jornada fue el partido?
¡Uff! ¡Menos mal que por lo menos ganamos! Sufriendo ¡pero ganamos!
Psé…
¿Usted cree que Perón, desde el cielo, estará mirando todo esto que está pasando?
¡Déjese de joder, hombre! ¿Puede ser otro doble?
Dele…
Alfredo Sayus
2 comentarios:
Por qué le dicen "Di Caprio" a De la Torre????
¿Va a terminar como en la película Titanic?
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