Cristina Fernández de Kirchner afronta hoy una complicada operación para extirparle un cáncer de tiroides. Durante al menos tres horas, la presidenta estará bajo anestesia total, en manos del equipo de profesionales que participará en la intervención quirúrgica.
En las horas previas a su hospitaliación, Fernández mantuvo solo algunas reuniones en la residencia presidencial de Olivos, pero ninguna actividad oficial. Los especialistas explican que el tumor es de evolución muy lenta e indolente y que la intervención no reviste urgencia sino que podría haberse llevado a cabo dentro de unos meses, pero se realizará hoy por cuestiones de agenda presidencial.
CFK -deja la presidencia en manos de su vicepresidente, Amado Boudou, hasta el día 24- permanecerá internada unas 72 horas y luego descansará ya en su residencia.
También deberá someterse a un tratamiento con yodo radiactivo, pero no a quimioterapia.
VIGILIA MILITANTE: La operación se llevará a cabo en el Hospital Austral de Pilar. Allí permanecen grupos de seguidores dispuestos a una larga vigilia. Quieren estar lo más cerca posible de la mandataria que logró la reelección en octubre con el 54% de los votos, con la esperanza de que la presidenta salga a saludarlos.
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