Ya lo hemos dicho en varias oportunidades: Las obras asfálticas llevadas adelante por el gobierno municipal son de pésima calidad, los trabajos del suelo no son los apropiados, se construyan sin tener en cuenta cuestiones hidricas y la capa de asfalto tiene el mismo grosor que una cascara de cebolla.
Todos los asfaltos realizados en San Miguel, han sido financiados con partidas asignadas desde el gobierno nacional, que envió fondos suficientes para hacer obras de calidad, sin embargo algún "pícaro" minimizo los costos para guardarse unas cuantas monedas en el bolsillo y muchos billetes en su cuenta bancaria.
Los asfaltos de la calle Zapiola no son la excepción y a menos de un año de su construcción ya están deteriorados; inclusive con pozos llenos de agua, como este "remiendo" de la nombrada calle de San Miguel a la altura de la intersección con Belgrano.
¿De donde viene ese agua, si no llovió?
1 comentario:
Este mismo asfalto si uno lo continua para el lado de bella vista esta todo remendado con lomos de burro casi tan altos como el aconcagua mismo. Estan tan mal hechos todos los asfaltos, quiza se dieron cuenta y es por eso que comenzaron a poner piedritas que duran una lluvia
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