CAMBIA, TODO CAMBIA...

Como en esos principios básicos que estudiábamos en la secundaria, el término delata mi edad, “nada se pierde, todo se transforma”, hoy parece que fue ayer que los principios no se perdieron, se transformaron.

Y sí, parece que fue ayer que los candidatos peleaban por otros ideales, por otros principios. Como decía Marx, Groucho, por supuesto, “estos son mis principios, si no les gustan tengo otros”.

Parece que fue ayer que Aldo era kirchnerista y hoy con el cuchillo entre los dientes, como en el campo de batalla, defiende a Duhalde como el mejor gobernante.

Parece que fue ayer que Mario, el vengador no tan anónimo, recibía al riojano Menen en el propio municipio, a los besos y abrazos como en una verdadera fiesta. Él mismo, en un reportaje, aseguró que había estado con todos, como si eso fuera alguna virtud para ponderar.

Parece que fue ayer que Jesús, no el de la cruz, el de Malvinas, bueno…, me parce que sigue fiel a sus principios, nunca dejo de ser duhaldista aunque en un momento no se sabía bien de qué lado de la cancha estaba, y no me refiero a la del club San Miguel que por una casualidad queda en Malvinas.

Yo me pregunto, a la hora de votar, cuando caminamos por la calle y vemos las paredes pintadas, las gigantografías, que cuestan tanto, nos cuestan tanto, el avioncito que me despierta en la siesta del domingo y pienso que lo estoy pagando con mis impuestos. Toda esa parafernalia marketinera que da cuenta de la gran capacidad de ahorro de los candidatos. Cuando veo todo eso, a la hora de votar, me dan ganas de estar en Honolulú, por lo menos a más de quinientos kilómetros de mí querida Buenos Aires.

Jorge Araldi - De la redacción de tucandidato.net