El 16 de septiembre de 1955, se iniciaba el golpe de Estado que terminó con el gobierno democrático del general Perón.
Ese ataque autotitulado “revolución libertadora”, sentó las bases para las interrupciones de los procesos democráticos posteriores.
El 18 de septiembre la Escuadra de Mar, a cargo del almirante Isaac Rojas, llegó a la altura de Pontón Escalada y lanzó su ultimátum: si Perón no renunciaba, bombardearían la ciudad de Buenos Aires y la destilería de petróleo de La Plata. Para demostrar que su decisión era definitiva, ordenó el bombardeo de la destilería de Mar del Plata, destruyéndola.
El general Perón, ante las amenazas de bombardeo de bienes de la Nación y población civil -y estando aun fresca las imágenes de la masacre, cometida por estos mismos inadaptados, de los bombardeos en Plaza de Mayo-, presentó su renuncia.
El gobierno de facto, en nombre de la libertad solamente restauró sus privilegios, así: disolvió el Congreso; intervino los gobiernos provinciales, la CGT y la Universidad; disolvió el Partido Peronista; se sancionó el decreto ley Nº 4161 que prohibía nombrar a Perón y a Evita, utilizar sus fotos, decir “peronismo”, “peronista”, “justicialista”, “tercera posición”, cantar la marcha peronista; cesanteó a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia; durante esa dictadura ocurrió el secuestro y desaparición del cadáver de Eva Perón; se benefició a la banca privada; se liberaron los precios y se congelaron los salarios; se derogó la Constitución del 49; se encarceló a los diputados y senadores que habían aprobado los Planes Quinquenales por “traición a la Patria”; se llegó a fusilar a 31 hombres, civiles y militares, que al mando del general Juan José Valle habían intentado restituir la democracia; se destruyeron los monumentos, estatuas, libros, revistas que tuvieran referencia a Perón o a Evita; se liquidó el IAPI; se cerró la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón, se devaluó el peso; se produjo el ingreso al Fondo Monetario Internacional, tomándose empréstitos que dieron comienzo a la deuda externa. En definitiva se truncaron todas las posibilidades de desarrollo, la desocupación fue creciente, con una vuelta atrás en lo que hacía a los derechos sociales.
En síntesis hoy se cumplen 62 años de la apestosa Revolución Fusiladora y desde RECUPERACION DEL PERONISMO, expresamos nuestro eterno repudio.
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