Llenos de genuinas esperanzas, miles de ciudadanos buscan con ansiedad esos “Brotes Verdes” económicos eufóricamente anunciados por el gobierno nacional.
Desde siempre fue una tarea titánica y casi utópica VER lo que no existe. La reactivación económica continúa siendo un sueño dorado aún no alcanzado. Hasta los más devotos seguidores amarillos reconocen que desde las “lluvias de dólares” hasta los “semestres brillantes” anclados en los actuales insistentes “Brotes Verdes” discursivos, el dinero en los bolsillos de los argentinos continúa escaseando dramáticamente.
“Brotes Verdes” que deben evidenciarse en la mesa familiar de obreros y empleados, de jubilados y pensionados. Aun las alacenas alimenticias se encuentran, lamentablemente, más vacías que llenas.
Todos deseamos formar parte de una sociedad pujante, de una nación grande, orgullosa de su historia y legado cultural, con un pueblo feliz con sus necesidades cubiertas en su totalidad y con proyección concreta de un futuro cada vez mejor.
Argentina compró 367 toneladas de manteca a Uruguay, la industria láctea nacional padece una crisis de décadas que se agrava en los años en vez de encarrilarse por el virtuoso sendero de la sana producción.
El otrora “Granero del Mundo” hoy en decrépita realidad importa alimentos tan básicos y populares como la manteca entre otros productos que bien se producían en nuestra patria. Hoy compramos manteca al exterior, mañana quesos y quizás carnes de Uruguay y Brasil. En vez de acrecentar exportaciones vemos como nuestra economía se retrae y achica. Debemos pronto revertir esta lúgubre situación.
Argentina debe abandonar la “economía” de los capitales en los bancos y limitar la acción prestamista, la de la “timba financiera”, para que el dinero sea invertido en la producción para así generar trabajo sanamente productivo.
El gobierno de M, Macri debe gobernar pensando en el bienestar del “ciudadano de a pie”, del necesitado que debe ser asistido y dignificado con la bendición del trabajo.
En un agradable paréntesis y haciendo pie en nuestro San Miguel apreciamos un gobierno local que trabaja a destajo inaugurando obras en las populosas barriadas. El intendente Jaime Méndez habla poco, pero mucho trabaja con dedicación y humildad.
En otras latitudes de nivel nacional NO vemos dedicación altruista y solidaria para con una población dolida y castigada por tarifazos que se suceden unos tras otros como dolorosos latigazos en forma de facturas de LUZ y GAS.
Las pequeñas y medianas fábricas y talleres están acorraladas por el incremento de los servicios públicos que el gobierno de Cambiemos motoriza, sumado al hecho de que no hay dinero circulando, se encuentran desesperados.
Los tambos tienen que estar abiertos en plena producción, brindando la blanca leche que alimenta al pueblo. Para esto se le debe PAGAR lo correspondientemente lógico y adecuado a los tamberos para que puedan abrirse paso. Hay que reducir las inauditas “ganancias” de una cadena infinita de intermediarios y supermercados despiadados que proyectan los precios hacia las nubes ¿El estado está con las multinacionales o con la gente?
El “Libre mercado” es un “cuento chino”. La inacción gubernamental se transforma en una despiadada complicidad con los poderosos que acumulan fortunas espurias a costa de un pueblo hambreado.
El estado debe actuar en favor del hombre, eso es humanismo práctico. Deben los funcionarios actuar como un factor equilibrante, evitando el saqueo a los trabajadores.
Si el Estado Argentino cumple honestamente con su deber en forma justa y patriótica, seguramente la ilusión de los “Brotes Verdes” comenzará a ser una realidad, de la mano de empleados con dinero en sus bolsillos.
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