La ministra de Acción Social de la Nación, Carolina Stanley, implementó un programa por demás avanzado y vanguardista, acorde a los sutiles criterios revolucionarios y lúcidos del PRO-CAMBIEMOS: “Belleza para un futuro” ...
Sí, leyó bien: “Belleza para un futuro”. Y no se refiere a la hermosura sublime de las delicadas prosas poéticas, ni a la composición sonora de musicales notas esbozadas en el pentagrama de nuestra vida espiritual. Tampoco a los colores de las acuarelas estampadas en el blanco lienzo del arte plástico. Se trata de peluquería y maquillaje para “pobres” (concepto casi ofensivo)…
La señora ministra parece desconocer el termino prioridad. Primero TRABAJO y ESTUDIO, luego la valoración estética aflora por añadidura lógica de una equilibrada vida social de vivir en comunidad; pero, cuando NO hay qué comer o de qué trabajar para acceder a un salario digno, ¿de qué sirve “Belleza para un futuro”? Además, a nuestros jóvenes debemos inculcarles que para un FUTURO hay que estudiar y capacitarse. Secundarias y universidades llenas de alumnos de todas las condiciones sociales, sobre todo de los más humildes.
Nada tiene de malo la peluquería y el maquillaje, sólo decimos que es mejor apoyar a la juventud desde la capacitación más profunda y eficaz, con herramientas de competencia aptas para un mercado laboral exigente.
¡Subir hacia abajo, trepar rumbo a las profundidades, volar en el fondo del océano, nadar en las arenas del desierto, zapatos en la heladera! Parecen los criterios que ensayan los ministros de Cambiemos.
Pero sobre llovido, mojado. Este tenaz e inédito programa para “los pobres” está siendo implementado a través de un “convenio” con la firma Loreal, junto al Ministerio de Acción Social. Aquí es donde el grotesco ingresa a la política con “Bombos y platillos” con un gran valet acuático de fondo… Todo hace pensar que el negocio se galvanizó en Acción Social de la Nación, con una suerte de aparente “privatización” de un programa social que no sólo aparece como superfluo, sino como un negocio publicitario de la firma de cosméticos LOREAL.
Lo primero que se nos viene a la mente es la escuela de enfermería que EVITA PERÓN había implementado sobre las bases espirituales de la solidaridad y el cuidado y mejoramiento de los enfermos. Con salida laboral en hospitales y sanatorios, sindicatos y salas de primeros auxilios, donde el sentimiento de ser útil al prójimo era un sentimiento cotidiano y palpable, para ayudar a forjar la tan anhelada comunidad organizada.
Claro, comparar la sublime acción PERONISTA de gobierno con los trazos desprolijos de Cambiemos es como comparar el argento Aconcagua con una motita de tierra en desprolijo terreno (sin ofender a la motita)…
En un año del PRO-CAMBIEMOS se endeudó al país en 50.000 millones de dólares, de los cuales los humildes no vieron ni un “cobre”. Sumergiendo a más de tres millones de conciudadanos a la pobreza extrema, junto a la escalofriante cifra oficial de 14 millones de indigentes.
Pero Carolina Stanley, junto a la desinteresada firma Loreal, dará cursos de peluquería y maquillaje. No sea cosa que la miseria nos sorprenda despeinados y desalineados.
¡La estética ante todo!
Máximo Luppino
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