La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, ha dado claras señales que uno de sus objetivos inmediatos, para consolidar su armado político bonaerense, es debilitar el poder que viene acumulando la intendente de La Matanza, Verónica Magario. En este sentido y como suficiente ejemplo de lo dicho solo basta con recordar que los hombres de la coalición del macrimassismo buscan dividir en cuatro ese bastión peronista, con el fin de aliviar los dolores de cabeza de la mandataria provincial.
Para mal de males de Vidal y como en otro cuadrilátero de la misma pelea, Magario fue elegida -hace poco tiempo- para ponerse al frente de la Federación Argentina de Municipios (FAM), hecho que sin dudas no solo le genera trastornos a la gobernadora, sino que causa perturbaciones en toda la cúpula de Cambiemos.
Como respuesta a esto último el oficialismo busca crear una Agencia de Municipios, con la cual se pretende atomizar al FAM y sobre todo a la proyección política de Magario. En ese sentido y como primer paso para debilitar ese organismo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se reunió -ayer- con los intendentes peronistas del denominado Grupo Esmeralda.
En ese contexto de tirantez la intendente de La Matanza recibió el expreso apoyo del Papa Francisco, quien le envió un video, que a su vez ella compartió en las redes sociales con palabras de agradecimiento al Sumo Pontífice “Gracias Su Santidad Francisco, los matanceros estamos más unidos que nunca. El Pueblo de La Matanza reza por usted.”, pudo leerse en el twitter de Verónica Magario.
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