La reaparición del ex intendente Oscar Zilocchi y del ex diputado provincial Franco La Porta, dentro de la nueva alianza denarvaista local, vino a ponerle un poco de pimienta a la adormecida política sanmiguelina.
Esta unión de antijoaquinistas sorprendió a propios y extraños. Unos y otros tienen preocupaciones; desde adentro los militantes laportistas sufren por el relegamiento de sus aspiraciones, ellos son amplios conocedores de frustraciones derivadas directamente de extraños acuerdos de cúpulas; por su parte el zilocchismo viene sufriendo un mayor descredito del que imaginaban, quizá las redes sociales sean un termómetro suficientemente claro para medir eso. Los integrantes del espacio del ex jefe comunal deberán contrarrestar ese fenómeno, si pretenden transitar con instalación positiva el camino hacia las elecciones legislativas 2013. Quizá esa tarea -de hecho nada sencilla- piense ser descartada por los popes zilocchistas y recurran a dar una solución incorrecta a esta cuestión: que es equivalente a plantear la invisibilidad del fenómeno subestimando “lo virtual”; de suceder así, esto sería un grave error.
Por fuera de la alianza denarvaista las cosas no están mejor. Si bien con mala prensa, el acuerdo entre La Porta y Zilocchi tuvo una rápida instalación. El oficialismo local ni siquiera puede afrontar este nuevo escenario desde lo ideologico, ellos no pueden argumentar “panquequismo”, la historia se los prohíbe.
El joaquinismo se pensaba que tenía todo controlado, hasta que apareció esta opción local en las filas del “colorado”, a tal punto esta jugada “movió el tablero” que en las huestes oficialistas se plantea modificar la oferta electoral y recurrir a viejos nombres -ex zilocchistas- en la lista de candidatos a concejal, nombres que ellos mismos ya habían descartado, asimismo trataran de “convencer” a Aldo Rico que debe presentarse para renovar su banca en el HCD, sabedores que esa “espada ajena” les puede ser muy útil en el futuro recinto deliberativo.
Por el lado del riquismo la cosa no está más tranquila, ellos también se ven afectados por el acuerdo entre Zilocchi y La Porta; ya que saben que gran parte de los dardos de la campaña del denarvaismo local, estarán dirigidos hacia su sector, los riquistas también saben que la solitaria imagen de Aldo Rico no alcanza como escudo para detener ese supuesto ataque.
Así están las cosas, nadie la tiene “fácil”. Cada uno deberá buscar alternativas para enfrentar los próximos comicios. Hay epidemia de incertidumbre en la política de San Miguel y todos saben que el más mínimo error puede pagarse muy caro, mientras tanto solo se discuten nombres y toda propuesta aparece ausente.
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