sábado, 6 de agosto de 2016

EL LAPORTISMO LAVA SUS TRAPOS SUCIOS EN PUBLICO

En el muro de faceebok de Mirta Mardocco leímos algo que nos llamó poderosamente la atención : “Ni La Porta ni el Laportismo tiene autoridad moral para cuestionar a De La Torre en su decision política o el ¿no jugó con De Narváez?? O no hablo pestes de Silocchi y hoy es el ex hombre de confianza de Rico su asesor ??? Por favor la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Ademas de tener un maltrato con sus militantes que lo caracterizó a caracteriza cuando lo recicla permanentemente???La Porta NO PODES CONDUCIR NADA PORQUE NO SABES COMO SE HACE.YO TE PADECIM”, había escrito la ex consejera escolar.
Las diferencias internas son habituales en todo tipo de organización, es mas las mismas son un paso fundamental para abrir debates que enriquezcan cada espacio, es decir para llegar a consensos fortalecidos; pero ese intercambio de ideas debe darse puertas adentro de cada organización, porque si esas discrepancias se ventilan afuera no se puede trazar ninguna estrategia común y se visualizará la debilidad del grupo, que estará unido solo por intereses particulares, sin las adhesiones colectivas mínimas para hacer primar los objetivos iniciales que dieron origen a la organización. Esto ultimo es lo que lamentablemente le sucede al laportismo y que le impide a ese espacio un crecimiento político real.
Con su escrito Mardocco abrió un tema del cual nosotros oportunamente y por vergüenza ajena preferimos guardar silencio: 
Hace pocos días -en sesión especial deliberativa- el laportismo se opuso con un espectáculo circense al pedido de licencia del intendente Joaquín De La Torre para desembarcar en el gabinete de la gobernadora Vidal, los ediles que responden a La Porta salieron a criticar políticamente una cuestión legalmente valida, con exteriorizaciones que en nada ayudan a elevar el debate y que solo sirven para debilitar instituciones democráticas. Es evidente que el planteo político de los ediles ¿K? era meramente efectista y nada conducente para abrir el intercambio de ideas; con su postura en el recinto demostraban que la estrategia era solo pergeñada para arruinar esa sesión especial.
No nos cabe ninguna duda que esa decisión fue acordada entre pocos y sin consultar a la militancia, sesgo organizativo habitual en el laportismo y que los estudiosos definen como “dialogo de elites”, donde las bases de la organización a lo sumo son informadas de la decisión grupal por una “bajada de línea”, haciéndole sentir a “los de abajo” que su opinión no tiene ninguna importancia.
En sesión los concejales laportistas pedían la palabra y eran ignorados, los ediles ¿K? sentían en carne propia el ninguneo que sus bases reciben a diario de aquel que se hace llamar conductor. Pero a falta de micrófono esos ediles desplegaron carteles de protesta, evidenciando una maniobra prediseñada para ser aplicada en tribuna ajena, como si ellos no supiesen que esa provocación podría haber terminado en escándalo, cosa que por suerte no sucedió. 
La estrategia laportista era embarrar un acto con el que se puede estar en desacuerdo, pero que es de absoluta legalidad.
Personalmente no es de nuestro agrado que un intendente elegido por muchos votos peronistas vaya a engrosar el equipo de Cambiemos, pero nada podemos objetar sobre la validez legal del acto en si mismo.
Días previos a esa sesión La Porta criticaba a De La Torre por el cambio de camiseta; olvidándose que no es ningún ejemplo para usar ese fundamento, ya que se ha cambiado tanto o mas casacas que a quien él reprocha, situación que también destaca Mardocco en su escrito.
El laportismo ha elegido lavar sus trapos sucios a la vista de todo el mundo y mantener a su militancia alejada de las decisiones grupales. 
Chusmerio y exclusión la mezcla perfecta para achicar un espacio político.

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