En sus pomposos anuncios la mandataria bonaerense ocultaba a la sociedad la verdad sobre esa cuestión. Así ella -sin sonrojarse- mostró esa medida como su reconocimiento a la lucha iniciada por los estudiantes de los setenta, aquella que culminó con la tristemente celebre 'Noche de los lápices', ocurrida un 16 de septiembre de 1976.
En realidad la puesta en marcha del boleto estudiantil -lejos de ser una iniciativa de Vidal- fue a consecuencia que la Justicia bonaerense -hace poco mas de un mes atrás- exhortó al gobierno provincial para que se reglamente la 14.735, sancionada el 1 de julio de 2015 y a la que oportunamente SE OPUSO EL PRO.
Esa intimación judicial fue producto del reclamo de las organizaciones estudiantiles exigiendo la inmediata implementación de esos beneficios, luego que la gobernadora dijo que la aplicación de ese boleto no estaba entre sus “prioridades”.
A todo esto hay que sumarle que la gobernadora implementó parcialmente esa ley, dejando afuera de la ayuda a miles de estudiantes del conurbano y del interior bonaerenses, situación que ha generado nuevas exigencia desde el movimiento estudiantil y del bloque de Diputados del Frente para la Victoria de la provincia de Buenos Aires, quienes sostuvieron que "no se deben hacer ensayos ni pruebas piloto sobre ese beneficio".
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