martes, 21 de junio de 2016

GLOBOS Y EXCLUSION POPULAR PARA HOMENAJEAR LA BANDERA

Macri es consciente del daño que sus políticas le están causando a la clase trabajadora argentina. A su vez las bases no se pierden oportunidad de repudiar al mandatario en toda exposición pública. Por lo tanto -últimamente y a fin de preservar su imagen- el presidente ha decidido restringir el acceso popular a los actos oficiales.
La medida antipopular pudo verse, hace pocos días y con absoluta claridad en Plaza de Mayo y se repitió ayer en Rosario; es decir el Día de la Bandera no fue la excepción a esa lógica separatista y se vallaron los festejos trescientos metros a la redonda +ara impedir el paso de la gente sin invitación. Así ese evento privado y saturado de fuerzas de seguridad, pudo mantener alejada la movilización contra los tarifazos macristas. Sacando del foco de las cámaras televisivas la represión que sufrieron aquellos que llevaban adelante ese reclamo.
En definitiva nuestra Bandera fue homenajeada con globos y alegría para la televisión y palos para el pueblo excluido de los festejos.
La falta de calor popular fue suplida con chicos de escuelas primarias, a quienes se obligó a gritar una consigna de campaña de “Cambiemos” -copiada de la campaña presidencial del presidente de EEUU, Barack Obama “¡Yes We Can!”- ¡Si se puede! ¡Si se puede!, exclamaban los escolares ante la arenga del presidente. Los chicos gritando, la exclusión, los palos, la alegría fingida, los globos y las consignas vacías de contenido no son casualidad, sino que obedecen a la estrategia de Duran Barba -ya implementada por Jaime Nebot en Guayaquil- de conformar en nuestra sociedad el llamado “ciudadano-infantil”, personas despolitizadas entretenidas con pelotudeces y alejadas de todo debate.
 

No hay comentarios:

.