miércoles, 18 de mayo de 2016

FRAGMENTACION DEL PJ-FPV DE SAN MIGUEL

El bloque del PJ-FPV del Deliberativo local es un hervidero: celos internos, falta de factores aglutinantes y de objetivos comunes, hacen ver a ese espacio como un lugar sin integración real.
En San Miguel la fragmentación K es añosa, pero parece haberse acrecentado a partir de las elecciones 2015. Recordemos que el resultado de las PASO de ese año en lugar de instalar un candidato que unifique a esa expresión política, le mostraba al electorado la dispersión de quienes en teoría deberían estar unidos.
Para afirmar lo dicho alcanza con recordar que en esas internas se postulaban cuatro precandidatos, La Porta -quien resulto ganador-, Baschetti, Tapia y Coll Areco; siendo este ultimo el único que se alineó al entonces triunfador. 
Por distintos motivos Tapia y Baschetti no iban a empujar el carro laportista; el ex futbolista le devolvía gentilezas a La Porta, quien desoyendo a Scioli no apoyó la precandidatura del ex 10. Lo de Baschetti era distinto, sus motivos eran ideológicos, el cristinista no tenia ninguna motivación para acompañar a La Porta, quizá las elecciones 2013 y el “ella o vos” pesaban demasiado y le impedían al joven K mostrarse junto al otrora líder del denarvaismo local.
La Porta eligió -previo a las PASO- la estrategia del “Divide y Reinaras”, mandando a los finalmente integrantes de su lista a presentarse como postulantes internos a disputar el sillón de Jefe comunal, para luego hacerlos renunciar a esas pretensiones y apoyar al propio La Porta, que de esa manera se convertía en el dueño de la unidad, que por su prefabricación solo existía en la mente de su diseñador.
La maniobra laportista falló: el reinado nunca llegó y la división se hizo cada vez más grande.
La mentirosa unidad le allanó el camino a De La Torre en busca de su reelección.
El intendente había sido derrotado en las PASO por los K, pero la falsa unidad de estos, le daba una posibilidad cierta al ahora ex massista para dar vuelta ese resultado.
La torpeza de los opositores, hizo salir a las ambulancias joaquinistas en busca de los heridos de la interna kirchnerista, aquellos a los que La Porta no supo incluir y a quienes De La Torre armaba con filosas tijeras para cortar la sabana sciolista en su favor.
En definitiva el “Divide y Reinaras” le dejó al laportismo la división y al intendente el reinado.
Así y todo -arrastrado por la boleta de Scioli- el PJ-FPV obtuvo cinco concejales y dos consejeros escolares en las generales 2015. 
Siete representantes, todos de la “unidad laportista”, que hoy son cinco y mañana serán menos aun. Todo por confeccionar una vetusta maquina de vender humo y autoconvencerse que ese viejo aparato es lo nuevo que necesita San Miguel.
Así las cosas -y como ya lo dijimos líneas arriba- no es difícil anticipar nuevas y prontas rupturas en el bloque del PJ-FPV del Deliberativo local.

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