La agobiante temperatura del día de ayer, fue lo único que le puso calor a la interna del Peronismo de San Miguel.
Una bajísima concurrencia de votantes fue el signo distintivo de esta elección partidaria, poco más de un 10% de los afiliados se presentaron a emitir su voto y la gran mayoría de ellos lo hicieron gracias a los “remises” de las líneas y a alguna presión “non santa”. Sin autos ni aprietes la concurrencia a los comicios hubiese sido similar a la que se puede conseguir en las elecciones de autoridades del centro de estudiantes de alguna escuela barrial.
Un puñado de miles de “militantes” (que sin automóviles a su disposición podrían haber sido -en el mejor de los casos- algunos cientos), decidieron la conducción del PJ local.
Desde hace tiempo la desmovilización popular viene siendo cada vez más notoria, los fracasos políticos de la dirigencia pancista y el descredito social son directamente proporcionales y le hacen perder al Peronismo una de sus esencias: SER UN MOVIMIENTO.
Para mal de males, a esta interna local, hay que sumarle otra desmovilización que va más allá del desinterés de las bases: la desmovilización de los dirigentes que -llamándose Peronistas- han manejado los hilos del poder sanmiguelino desde la creación del distrito. Decíamos -en este blog- antes de la interna -mas precisamente el miércoles 4 de diciembre de 2013-, en la entrada titulada INTERNA DEL PJ: CERCA DE LAS URNAS, LEJOS DE LA MILITANCIA: “El PJ de San Miguel salió a buscar autoridades en medio del desinterés militante y los candidatos parecen no tener pimienta para darle un poco de sabor a sus desabridas propuestas, mejor dicho a sus inexistentes propuestas…
Lo que debería ser una fiesta popular se convirtió en un aburrido encuentro de “solos y solas”.
Sin la intervención de quienes manejan el poder, el llamado a elecciones se convirtió en un mero formalismo legal, plagado de actores de reparto, que -sin ideas- salieron solo en busca de un escudo y de una marcha, que evidentemente no les gusta ni ver ni escuchar y que no saben muy bien para qué sirven…”
Lo que debería ser una fiesta popular se convirtió en un aburrido encuentro de “solos y solas”.
Sin la intervención de quienes manejan el poder, el llamado a elecciones se convirtió en un mero formalismo legal, plagado de actores de reparto, que -sin ideas- salieron solo en busca de un escudo y de una marcha, que evidentemente no les gusta ni ver ni escuchar y que no saben muy bien para qué sirven…”
Así están las cosas, el Peronismo se desmoviliza y parece convertirse en un pequeño partido conservador; las bases se alejan de una dirigencia autista que constantemente desvía los objetivos populares en pos de beneficios personales.
El Militante le dio la espalda a esta interna sin olor a PUEBLO.
En ese contexto -con la invalorable ayuda de Joaquín De La Torre- ganó Claudio Pérez, quien a pedido del massista intendente local pondrá en un freezer al PJ de San Miguel; sin dudas ese triunfo y la alianza con el poder municipal, le serán suficientes al ex diputado para mantener y aumentar su poderío local; enfrente suyo dos jóvenes saborean la derrota: Bruno Baschetti, que consiguió la tercera derrota, en cuatro meses, encabezando una lista oficial K y Mariano Vhrovsk, quien -lejos de toda lista de unidad- terminó aislándose y sin darse cuenta que esta interna solo podía desgastarlo.
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