Sin ningún entusiasmo, la devaluada interna
del PJ local entra en la recta final. La mística y el folclore peronista
fueron los grandes ausentes del camino hacia las urnas partidarias, las listas
intervinientes se sumergieron en una muda y silenciosa campaña, que -en
realidad- parece un eterno periodo de veda electoral.
El PJ de San Miguel salió
a buscar autoridades en medio del desinterés militante y los candidatos parecen
no tener pimienta para darle un poco de sabor sus desabridas propuestas, mejor
dicho a sus inexistentes propuestas…
Lo que debería ser una
fiesta popular se convirtió en un aburrido encuentro de “solos y solas”.
Sin la intervención de
quienes manejan el poder, el llamado a elecciones se convirtió en un mero
formalismo legal, plagado de actores de reparto, que -sin ideas- salieron solo en
busca de un escudo y de una marcha, que evidentemente no les gusta ni ver ni
escuchar y que no saben muy bien para qué sirven…
“El peronismo será revolucionario o no será nada”, decía Evita; ¡NO SERA NADA!, le contestan a coro y a los gritos los candidatos sanmiguelinos…
“El peronismo será revolucionario o no será nada”, decía Evita; ¡NO SERA NADA!, le contestan a coro y a los gritos los candidatos sanmiguelinos…
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