Hace poco menos de dos años, el 7 de julio de 2010, los medios nacionales llevaban a la luz un tema que hacía temblar el escenario político local: El intendente kirchnerista de San Miguel, había firmado -en plena democracia- una solicitada reivindicando a la dictadura militar; esto se conoció luego que Joaquín de la Torre inaugurará una obra en Santa María, junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien a partir de aquel momento no volvió a pisar suelo sanmiguelino.
El hecho había sido denunciado en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), un par de días antes de la visita de la mandataria nacional a territorio local.
La solicitada apareció el 20 de junio de 1989, Día de la Bandera, en el diario La Prensa, donde la firma del jefe comunal acompañaba a las de Videla, Camps y Martínez de Hoz, entre otros.
El texto publicado era contundente y no dejaba ningún margen de duda sobre su intencionalidad: “Expresamos nuestro reconocimiento y solidaridad a la totalidad de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales que defendieron a la Nación en la guerra desatada por la agresión subversiva y derrotaron a las organizaciones terroristas que pretendieron imponernos un régimen marxista”,
Pocos días después de conocerse la existencia de esa solicitada, el intendente envió al recinto deliberativo local una carta que se consideró como explicación suficiente para cerrar la cuestión de aquella repudiable adhesión.
La misiva “explicatoría” no despejaba ninguna duda, de hecho el esclarecimiento de los motivos de haber firmado esa solicitada brillaban por su ausencia.
En un primer párrafo, De La Torre, hablaba de sus numerosas manifestaciones contra la violación de los derechos humanos; pero, paradójicamente, hizo expreso silencio a su firma en ese documento de apoyo a la dictadura. No es difícil entender que la gravedad del hecho se consumó con su rúbrica y que si alguna o muchas veces el intendente dijo lo contrario es una cuestión poco relevante.
En el segundo párrafo de la carta, nuevamente se evadía el tema central, con argumentos similares a los anteriores; pero arrojando un amplio manto de sospecha: “Creo que mi actuación pública y política, ha dado demasiadas muestras de cuáles son mis convicciones. A diferencias de otros…” ¿A quién o quienes se refería? ¿Qué quiere decir con “ha dado demasiadas muestras”?, a esto último valga una pregunta como respuesta ¿Cuándo un juez investiga un acto delictivo: Investiga el delito, o la cantidad de veces que no se cometió dicho delito?
El tercer y último párrafo, era verdaderamente emotivo, allí se hablaba de una carta de familiares de un desaparecido en reconocimiento al accionar del intendente en su niñez, quien con solo 12 años "comprendía la dimensión de la tragedia” y se solidarizó con esta gente.
La carta del intendente, remitida al HCD no negaba, ni explicaba su firma en ese nefasto documento, así el evasivo texto era insuficiente. El intendente debería haberse presentado a dar explicaciones en el recinto, para cerrar una cuestión que la carta dejaba más que entreabierta...
Hoy se cumplen 23 años de la firma de esa MALDITA SOLICITADA.
2 comentarios:
La inexistencia de alguna mínima explicación es consecuente con un HCD que hace de su silencio e inoperancia la razón de su existencia, ni una ordenanza,ni una idea, solo un silencio que se hace cómplice del apoyo al mas repugnante dictador de la historia argentina por parte de quien ejerce la intendencia de San Miguel, quizas esto tambien lo pueda explicar Coll Areco como lo hizo en aquella oportunidad y tal vez tambien nos explique como se rompió el jarrón de su abuelo.-
no sera que se hizo el super heroe para tapar aquel dia en el cual firmo la solicitada
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