Bares temáticos los hay de todo tipo y desde hace tiempo en la Ciudad, pero ahora, en el último tiempo abrieron sus puertas recintos que que reflejan la cultura peronista. Con el General y Eva como íconos principales, ya hay tres de estos bares en la ciudad, y es de esperar que las réplicas empiecen a aflorar cada vez más. Según cuentan sus dueños, el público es cada vez mayor y a a veces no dan abasto para atender la demanda. Si bien hay grandes diferencias entre ellos, tanto Perón Perón, Un café con Perón y El General, ofrecen un recorrido a través de fotográfias y objetos por la vida pública y privada de Eva y el hombre que fue tres veces presidente. Suelen ser habitués jóvenes militantes de diferentes agrupaciones, universitarios, turistas y mucha gente mayor. Luis Peralta, responsable de El General, en Monserrat, cuenta que un señor mayor se acercó con su nieta para festejar sus 89 años.
“Nos trajo un cuadro de él cuando era joven y estaba haciendo esgrima con el General, lloraba como un bebé de la emoción, al ver todas las cosas que había de su época y que de alguna manera también contaban su historia”, dice Peralta. Y por otro lado señala que a partir esas experiencias en las que la misma gente les acerca objetos históricos relacionados con Perón, decidieron organizar un Museo dentro del bar, que está pronto a inaugurarse.
El General tiene ya unos años y fue el primer emprendimiento gastronómico peronista. Cuenta la historia que casi desaparece porque sus dueños, duhaldistas por un lado, y kirchneristas por otro, a raíz de sus desacuerdos casi lo llevan a la quiebra.
Hoy son diez trabajadores organizados en una cooperativa los que se hacen cargo del lugar, y cuentan que ahora proyectan tener una radio en vivo en el lugar. “Es una locura la cantidad de gente que viene, desde jóvenes hasta gente grande, y no sólo peronistas”, dice Peralta y comenta que en estos días “unas señoras se acercaron con diarios de la época, de cuando ellas era chicas, con noticias sobre el peronismo, y los donaron al lugar”.
Perón Perón, por su parte, está en pleno Palermo y allí según cuenta su dueño, Daniel Narezo, la idea es que la experiencia vaya más allá de lo gastronómico. Reconocer en las paredes a una Eva casi adolescente humaniza la figura del ícono femenino de la política argentina, los trabajos de intelectuales de la corriente en las paredes y hasta la carta, dan cuenta de la doctrina del movimiento.
“Acá humorísticamente hasta en la carta tratamos de reflejar el espíritu peronista. Por ejemplo, la mouse de chocolate se llama ‘cabecitas negras’, tenés ‘parrilla al parquet’ y hasta un fernet con coca es un ‘cordobazo’”, apunta el productor teatral devenido en empresario gastronómico.
“La idea la tengo hace muchísimo tiempo, quería hacerles un homenaje. Acá hay un modo de comunicación muy directa hasta con los mozos y la idea es un poco romper con el discurso de que para ser peronista tenés que ser pobre y marginal”, cuenta muy entusiasmado Narezo.
Ya en el barrio de la Recoleta, y perteneciente al Instituto Histórico Juan Domingo Perón, nos encontramos con Un café con Perón. Lo primero que impresiona es la estatua tamaño real del el General, que grandilocuente, con un café entre las manos y con una sonrisa tan blanca como su traje pareciera emerger del pasado. Este bar abrió hace cinco meses.
A diferencia del resto, que tiene su fuerte en el público joven Un café con Perón es una cafetería literaria que es más visitada por personas mayores. “Tenemos una biblioteca con autores destacados de todas las épocas y corrientes del peronismo para que la gente pueda leer mientras se toma un cafecito”, cuenta Eduardo Cantero, uno de los responsables del concurrido lugar.
1 comentario:
que raro que CUNEO y LAPORTA no estuvieron aun...
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