El Senado convirtió en ley la Reforma Política impulsada por el kirchnerismo
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Tras seis horas de debate, la Cámara alta aprobó por 42 votos a favor y 24 en contra, el proyecto del Poder Ejecutivo para la democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral. La Reforma Política es ley con el rechazo de la oposición.
En la 16º sesión y última del año, la Cámara alta convirtió en ley el proyecto de Reforma Política que propone instaurar, entre otras cosas, elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias para los partidos.
En la 16º sesión y última del año, la Cámara alta convirtió en ley el proyecto de Reforma Política que propone instaurar, entre otras cosas, elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias para los partidos.
Tras seis horas de debate, el Senado aprobó por 42 votos a favor y 24 en contra el proyecto del Poder Ejecutivo para la democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral.
Al comenzar el tratamiento, el miembro informante del oficialismo fue el titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara alta, el santacruceño Nicolás Fernández, quien defendió el proyecto de reforma política afirmando que su “única finalidad es fortalecer a los partidos políticos”, y lograr así “que la ciudadanía participe de forma democrática”.
El santacruceño sostuvo que esta ley “hay que votarla y si hay que mejorarla, se hará” a futuro, luego de repetir que se necesitó “coraje” para presentar una ley como ésta, teniendo en cuenta el “peso que tiene las estructuras partidarias en la actualidad”.
Asimismo, aseveró que las críticas realizadas por la oposición “están centradas en que se trata de un proyecto del Poder Ejecutivo” y justificó la falta de inclusión de boleta única y voto electrónico afirmando que “no son en sí mismas una solución a nada”.
Desde el radicalismo, el formoseño Luis Naidenoff denunció que un proyecto “sin el acompañamiento de todos los partidos, no tiene sentido”, ya que la media sanción que obtuvo en la Cámara baja fue únicamente gracias a los votos del bloque oficialista.
“Terminamos, señor presidente, de la peor manera: con una modificación del Código Electoral Nacional sancionado en diputados que contó con el rechazo unánime de toda la oposición”, reconoció Naidenoff en su discurso en la Cámara Alta y sentenció: “es grave que la reforma política termine sin un acuerdo de todos los partidos políticos”.
El senador hizo alusión a las elecciones del 28 de junio, uno de los temas que desde la oposición se ha criticado duramente, y aseguró que fueron “una vergüenza, una estafa electoral. Estamos tratando supuestamente una reforma política y no abordamos el tema de las candidaturas testimoniales”.
A su turno, el senador radical por Santiago del Estero Emilio Rached calificó a la ley en cuestión como “desacertada” ya que “no considera otros procesos de democtatización, como por ejemplo el iniciado en 1983” y consideró que en realidad se asocia más a una Reforma Electoral que a una Reforma Política.
Con respecto a esta última apreciación, el senador del Frente Cívico sostuvo que “no se debaten las candidaturas testimoniales y otras ventajas que tiene el Gobierno como las pautas publicitarias” y además afirmó que “tampoco contempla innovaciones como los padrones en Internet y no abre la puerta al voto electrónico”.
Por último analizó que la aplicación de la nueva disposición deja “un mar de dudas” ya que “sólo cuatro partidos políticos tendrían la posibilidad podrían participar de las elecciones”y que lleva sujeto al debate en las Cámaras el “autoritarismo y soberbia intelectual del Gobierno, ya que en ningún otro Parlamento del mundo se trata una ley de éstas características en sólo diez días”.
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