Lic. Daniel Vásquez *
Cuando la dictadura cerró la Universidad Nacional de Luján:
“La Universidad de Luján, cierra en primer lugar, por la participación de la comunidad. Luego, por la colaboración permanente de profesores, estudiantes y personal no docente animados por el impulso inicial. Y en tercer lugar, por la orientación de las carreras imbricadas en los requerimientos políticos, sociales y culturales de la región y alejados de la presunción solemne y academicista que ministros y militares conciben como único modelo universitario”
Emilio Mignone (rector normalizador de la U.N .Lu 1973-1976, su hija fue desaparecida en 1978 por la Junta Militar )
“La Universidad de Luján, cierra en primer lugar, por la participación de la comunidad. Luego, por la colaboración permanente de profesores, estudiantes y personal no docente animados por el impulso inicial. Y en tercer lugar, por la orientación de las carreras imbricadas en los requerimientos políticos, sociales y culturales de la región y alejados de la presunción solemne y academicista que ministros y militares conciben como único modelo universitario”
Emilio Mignone (rector normalizador de la U.N .Lu 1973-1976, su hija fue desaparecida en 1978 por la Junta Militar )
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Introducción
En el siguiente escrito, y de forma muy sintética, pretendemos dar a conocer algunos datos amargos que nos dejó la violenta clausura de la Universidad Nacional de Luján por parte de la Junta Militar , a pesar de las voces de protesta que se levantaron por todo el país, la comunidad de Luján movilizada y las cartas de intelectuales (entre ellos, Borges y Sábato). Como era su costumbre, la Junta no dio marcha atrás en su medida, y Argentina marcó otro hito en la historia: cuando en el mundo se fomentaba la creación de casas de altos estudios, la Argentina fue pionera en cerrar una Universidad Nacional.
Teniendo en cuenta que todo proyecto educativo responde a un proyecto de país, y la gravedad del cierre tuvo repercusión a nivel mundial, no podemos realizar un análisis de dicha etapa sin tener en cuenta las condiciones político-socioeconómicas de los actores involucrados, ni olvidar la dimensión ideológica de todo proyecto. Por ello nos centraremos en el proyecto fundacional de la U.N .Lu.
De tal manera ofreceremos algunos elementos que nos permitan acercarnos al análisis de las dimensiones: histórica, política, económica, social e institucional de un hecho vergonzante para la cultura mundial: El cierre de la U.N .Lu.
A través de la recopilación de documentos oficiales, programas de carreras, materiales de estudio, entrevistas a docentes y alumnos, realizamos una caracterización de los periodos 1972-1976, y 1976-1980. Creemos conveniente realizar este recorte temporal porque partiremos de la siguiente hipótesis:
“El proyecto educativo de la etapa fundacional de la U.N .Lu tuvo una gran interrelación social (la interacción entre la Universidad y empresas, instituciones y organismos comunitarios para beneficiar a la comunidad con la transferencia de tecnología y servicios generados desde esta casa de estudios superiores) que no fue retomada en la misma medida tras la reapertura”
Cabe preguntarse si el olvido de estos proyectos educativos-comunitarios por parte de quienes tuvieron la responsabilidad de reabrir la U.N .Lu, fue a propósito o sólo un descuido.
Entre los proyectos de la etapa fundacional podemos mencionar que: la U.N .Lu fue la primer universidad en permitir el ingreso de personas mayores de 25 años que no pudieron culminar sus estudios secundarios, los ciclos comunes para familias de carreras, o los proyectos pioneros en tecnología educativa ( La U.N.Lu contaba con el primer laboratorio del país de educación a distancia). Las carreras eran en general de corta duración y con títulos intermedios que permitían ampliarlas. Estaban dirigidas a la satisfacción de las necesidades de la producción de los servicios, la administración pública y privada, y los medios de comunicación social. En definitiva, el proyecto fundacional trató de acercar a la universidad al pueblo, y de facilitar el acceso a los sectores más desprotegidos.
Reiteramos, ¿Fue este olvido adrede o involuntario? ¿Hubo una clara intención de borrar y desacreditar tales proyectos?
Introducción
En el siguiente escrito, y de forma muy sintética, pretendemos dar a conocer algunos datos amargos que nos dejó la violenta clausura de la Universidad Nacional de Luján por parte de la Junta Militar , a pesar de las voces de protesta que se levantaron por todo el país, la comunidad de Luján movilizada y las cartas de intelectuales (entre ellos, Borges y Sábato). Como era su costumbre, la Junta no dio marcha atrás en su medida, y Argentina marcó otro hito en la historia: cuando en el mundo se fomentaba la creación de casas de altos estudios, la Argentina fue pionera en cerrar una Universidad Nacional.
Teniendo en cuenta que todo proyecto educativo responde a un proyecto de país, y la gravedad del cierre tuvo repercusión a nivel mundial, no podemos realizar un análisis de dicha etapa sin tener en cuenta las condiciones político-socioeconómicas de los actores involucrados, ni olvidar la dimensión ideológica de todo proyecto. Por ello nos centraremos en el proyecto fundacional de la U.N .Lu.
De tal manera ofreceremos algunos elementos que nos permitan acercarnos al análisis de las dimensiones: histórica, política, económica, social e institucional de un hecho vergonzante para la cultura mundial: El cierre de la U.N .Lu.
A través de la recopilación de documentos oficiales, programas de carreras, materiales de estudio, entrevistas a docentes y alumnos, realizamos una caracterización de los periodos 1972-1976, y 1976-1980. Creemos conveniente realizar este recorte temporal porque partiremos de la siguiente hipótesis:
“El proyecto educativo de la etapa fundacional de la U.N .Lu tuvo una gran interrelación social (la interacción entre la Universidad y empresas, instituciones y organismos comunitarios para beneficiar a la comunidad con la transferencia de tecnología y servicios generados desde esta casa de estudios superiores) que no fue retomada en la misma medida tras la reapertura”
Cabe preguntarse si el olvido de estos proyectos educativos-comunitarios por parte de quienes tuvieron la responsabilidad de reabrir la U.N .Lu, fue a propósito o sólo un descuido.
Entre los proyectos de la etapa fundacional podemos mencionar que: la U.N .Lu fue la primer universidad en permitir el ingreso de personas mayores de 25 años que no pudieron culminar sus estudios secundarios, los ciclos comunes para familias de carreras, o los proyectos pioneros en tecnología educativa ( La U.N.Lu contaba con el primer laboratorio del país de educación a distancia). Las carreras eran en general de corta duración y con títulos intermedios que permitían ampliarlas. Estaban dirigidas a la satisfacción de las necesidades de la producción de los servicios, la administración pública y privada, y los medios de comunicación social. En definitiva, el proyecto fundacional trató de acercar a la universidad al pueblo, y de facilitar el acceso a los sectores más desprotegidos.
Reiteramos, ¿Fue este olvido adrede o involuntario? ¿Hubo una clara intención de borrar y desacreditar tales proyectos?
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Fundamentación
La Universidad Nacional de Luján, fue fundada por la Ley 20031 del 20 de diciembre de 1972 y fue cerrada en 1980, caso único de las universidades del país; cuando la dictadura militar, decidió directamente su cierre además de la persecución, cesantía y hasta desaparición física de muchos alumnos y docentes. Este acto de lesa cultura fue reparado en un acto de estricta justicia con la sanción de la Ley 23044, que dispuso su reapertura, producida el 30 de julio de 1984.
La dictadura militar se ensañó con la educación, y no hay dudas de ello, pero creemos que el ataque a la U.N .Lu fue tan drástico porque representaba tres cuestiones básicas: participación, democracia y eficiencia en la distribución del conocimiento y en su puesta en marcha absolutamente vinculada con las necesidades de la sociedad.
La creación de la Universidad Nacional de Luján, respondió a un proyecto que se propuso vincular la acción académica al desarrollo regional. En este sentido, uno de los objetivos centrales fue atender las necesidades de la comunidad.
Pensamos que esto motivó su clausura.
En junio de 1973 Emilio Fermín Mignone fue designado rector-normalizador de la Universidad Nacional de Luján por el ex presidente de la Nación , Héctor J. Cámpora.
Mignone el 24 de marzo de 1976 renunció al rectorado como consecuencia del golpe militar -único rector, junto con Mauricio López, sobreviviente del primer grupo nombrado por Cámpora-, dejaba la universidad en marcha con casi 2.000 alumnos, dos centenares de profesores e investigadores, a punto de empezar el edificio en el extremo del Instituto Alvear, con cuatro centros regionales.
Cuando se cierra la universidad no sólo desaparecen su personería jurídica, sino también, muchos bienes materiales.
La Universidad Nacional de Luján, fue fundada por la Ley 20031 del 20 de diciembre de 1972 y fue cerrada en 1980, caso único de las universidades del país; cuando la dictadura militar, decidió directamente su cierre además de la persecución, cesantía y hasta desaparición física de muchos alumnos y docentes. Este acto de lesa cultura fue reparado en un acto de estricta justicia con la sanción de la Ley 23044, que dispuso su reapertura, producida el 30 de julio de 1984.
La dictadura militar se ensañó con la educación, y no hay dudas de ello, pero creemos que el ataque a la U.N .Lu fue tan drástico porque representaba tres cuestiones básicas: participación, democracia y eficiencia en la distribución del conocimiento y en su puesta en marcha absolutamente vinculada con las necesidades de la sociedad.
La creación de la Universidad Nacional de Luján, respondió a un proyecto que se propuso vincular la acción académica al desarrollo regional. En este sentido, uno de los objetivos centrales fue atender las necesidades de la comunidad.
Pensamos que esto motivó su clausura.
En junio de 1973 Emilio Fermín Mignone fue designado rector-normalizador de la Universidad Nacional de Luján por el ex presidente de la Nación , Héctor J. Cámpora.
Mignone el 24 de marzo de 1976 renunció al rectorado como consecuencia del golpe militar -único rector, junto con Mauricio López, sobreviviente del primer grupo nombrado por Cámpora-, dejaba la universidad en marcha con casi 2.000 alumnos, dos centenares de profesores e investigadores, a punto de empezar el edificio en el extremo del Instituto Alvear, con cuatro centros regionales.
Cuando se cierra la universidad no sólo desaparecen su personería jurídica, sino también, muchos bienes materiales.
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El saqueo de bienes
Cuando el coronel Jorge Alberto Maríncola entró al campus de la Universidad Nacional de Luján, le salió al paso el rector, Emilio Mignone. Pensando seguramente en “una cueva de subversivos”, lo primero que hizo el militar fue interrogar: “¿Dónde están las armas?”. “En la biblioteca”, respondió Mignone. Maríncola no captó la ironía y mandó a requisar la biblioteca. Sus soldados no encontraron nada. Nada más que libros
Es una anécdota que provoca risa, y es bueno que nos genere risa, porque significa que algo ha cambiado desde el arribo de la democracia. Esta anécdota narra el inicio de la intervención de la universidad en 1976. La U.N .Lu fue la única casa de estudios clausurada por la dictadura militar.
Se trató de una universidad en la que se formaron profesionales que no pensaban sustantivamente cómo irse del país, sino que tuvieron en cuenta cómo podían servir a un proyecto nacional. Por eso, fue una universidad particularmente cerrada y castigada en sus bienes, en sus recursos, en sus laboratorios, en sus profesionales, en su personal docente, en sus investigadores y en sus alumnos.
No todo aquello que le fue sacado le fue devuelto. Entre las cosas que se llevaron estaba el primer laboratorio del país de educación a distancia. Además de los bienes materiales que desaparecieron, los alumnos de la U.N .Lu tuvieron que soportar el desprestigio de la junta militar.
“El desprestigio público que sufrió la universidad fue muy grande. Para crear el clima propicio para cerrarla, el ministro de Educación (Llerena Amadeo) llegó a decir que la U.N .Lu no era una universidad, que era cualquier cosa. Esa campaña tuvo fuerte impacto sobre los docentes y graduados. A esto se agregó que, con la clausura, casi la mitad de nuestros alumnos no pudieron seguir estudiando, porque no podían viajar a otra universidad o porque, directamente, la carrera no se dictaba en otro lado.” Para colmo, a quienes continuaron sus estudios en la UBA , al graduarse les entregaron un diploma diferenciado, algo devaluado. “El título incluía una leyenda que aclaraba que ese estudiante había cursado un programa que no era de la UBA ” Osvaldo Arizio (Actual rector de la U.N .Lu)
Luego de la reapertura nunca se le restituyó la porción de presupuesto que le hubiese correspondido si sus puertas no hubieran sido forzosamente cerradas. Se llevaron: laboratorios, muebles, equipos. Se quemaron libros, se expulsaron profesionales, se cerraron grupos de investigación. Cercenaron acciones pioneras en educación que la UNLu desarrollaba: como el desarrollo de la tecnología de alimentos, la producción, la administración y comercialización, propiciando al mismo tiempo la transferencia rápida y efectiva de los conocimientos mediante el desarrollo de la tecnología educativa y la profundización de los conceptos de la educación a distancia y la universidad abierta, así como también la consideración de la problemática del desarrollo humano y social.
Lo que la dictadura interrumpió entonces, fue un proceso pedagógico innovador para la época, parte de una política universitaria que desde comienzos de los ’70, buscaba mayor vinculación con la región y el sector productivo.
Finalmente…La reparación Histórica
En 2007 El Senado de la Nación asignó hasta 50 millones de pesos a la Universidad Nacional de Luján al aprobar la Ley de Reparación Histórica, como compensación a los prejuicios provocados por el cierre de la institución durante la última Dictadura Militar
A partir de la sanción de la "Ley de Reparación Histórica de la UNLu " y su promulgación por parte del poder ejecutivo de la Nación, en la universidad se conformó una comisión ad -hoc del Consejo Superior conformada por todos los claustros que generó una comisión política para trabajar en un proyecto institucional para la universidad.
Sabemos que tanto los daños físicos como morales son irreparables, pero lograr que la comunidad no olvide el saqueo económico cultural al que fue sometido el país por parte de la Dictadura militar, es una tarea de todos. Nuestros hijos y nietos deben entender la historia reciente para no cometer los mismos errores, ni permitir el discurso fascista que tanto gusta agitarse de la mano del crecimiento de los índices de delincuencia. Quien quiere oír que oiga.
*EL LICENCIADO DANIEL VASQUEZ ES UN JOVEN MILITANTE PERONISTA Y VECINO DE BARRIO BARRUFALDI, BELLA VISTA, SAN MIGUEL
El saqueo de bienes
Cuando el coronel Jorge Alberto Maríncola entró al campus de la Universidad Nacional de Luján, le salió al paso el rector, Emilio Mignone. Pensando seguramente en “una cueva de subversivos”, lo primero que hizo el militar fue interrogar: “¿Dónde están las armas?”. “En la biblioteca”, respondió Mignone. Maríncola no captó la ironía y mandó a requisar la biblioteca. Sus soldados no encontraron nada. Nada más que libros
Es una anécdota que provoca risa, y es bueno que nos genere risa, porque significa que algo ha cambiado desde el arribo de la democracia. Esta anécdota narra el inicio de la intervención de la universidad en 1976. La U.N .Lu fue la única casa de estudios clausurada por la dictadura militar.
Se trató de una universidad en la que se formaron profesionales que no pensaban sustantivamente cómo irse del país, sino que tuvieron en cuenta cómo podían servir a un proyecto nacional. Por eso, fue una universidad particularmente cerrada y castigada en sus bienes, en sus recursos, en sus laboratorios, en sus profesionales, en su personal docente, en sus investigadores y en sus alumnos.
No todo aquello que le fue sacado le fue devuelto. Entre las cosas que se llevaron estaba el primer laboratorio del país de educación a distancia. Además de los bienes materiales que desaparecieron, los alumnos de la U.N .Lu tuvieron que soportar el desprestigio de la junta militar.
“El desprestigio público que sufrió la universidad fue muy grande. Para crear el clima propicio para cerrarla, el ministro de Educación (Llerena Amadeo) llegó a decir que la U.N .Lu no era una universidad, que era cualquier cosa. Esa campaña tuvo fuerte impacto sobre los docentes y graduados. A esto se agregó que, con la clausura, casi la mitad de nuestros alumnos no pudieron seguir estudiando, porque no podían viajar a otra universidad o porque, directamente, la carrera no se dictaba en otro lado.” Para colmo, a quienes continuaron sus estudios en la UBA , al graduarse les entregaron un diploma diferenciado, algo devaluado. “El título incluía una leyenda que aclaraba que ese estudiante había cursado un programa que no era de la UBA ” Osvaldo Arizio (Actual rector de la U.N .Lu)
Luego de la reapertura nunca se le restituyó la porción de presupuesto que le hubiese correspondido si sus puertas no hubieran sido forzosamente cerradas. Se llevaron: laboratorios, muebles, equipos. Se quemaron libros, se expulsaron profesionales, se cerraron grupos de investigación. Cercenaron acciones pioneras en educación que la UNLu desarrollaba: como el desarrollo de la tecnología de alimentos, la producción, la administración y comercialización, propiciando al mismo tiempo la transferencia rápida y efectiva de los conocimientos mediante el desarrollo de la tecnología educativa y la profundización de los conceptos de la educación a distancia y la universidad abierta, así como también la consideración de la problemática del desarrollo humano y social.
Lo que la dictadura interrumpió entonces, fue un proceso pedagógico innovador para la época, parte de una política universitaria que desde comienzos de los ’70, buscaba mayor vinculación con la región y el sector productivo.
Finalmente…La reparación Histórica
En 2007 El Senado de la Nación asignó hasta 50 millones de pesos a la Universidad Nacional de Luján al aprobar la Ley de Reparación Histórica, como compensación a los prejuicios provocados por el cierre de la institución durante la última Dictadura Militar
A partir de la sanción de la "Ley de Reparación Histórica de la UNLu " y su promulgación por parte del poder ejecutivo de la Nación, en la universidad se conformó una comisión ad -hoc del Consejo Superior conformada por todos los claustros que generó una comisión política para trabajar en un proyecto institucional para la universidad.
Sabemos que tanto los daños físicos como morales son irreparables, pero lograr que la comunidad no olvide el saqueo económico cultural al que fue sometido el país por parte de la Dictadura militar, es una tarea de todos. Nuestros hijos y nietos deben entender la historia reciente para no cometer los mismos errores, ni permitir el discurso fascista que tanto gusta agitarse de la mano del crecimiento de los índices de delincuencia. Quien quiere oír que oiga.
*EL LICENCIADO DANIEL VASQUEZ ES UN JOVEN MILITANTE PERONISTA Y VECINO DE BARRIO BARRUFALDI, BELLA VISTA, SAN MIGUEL
2 comentarios:
ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ. EL DESCAMISADO.
Muy interesante lo escrito por el Licenciado Daniel Vásquez. No es bueno seguir "durmiendo" en la ignorancia y tener apertura para saber sobre aquello que desconocemos.
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