Al momento de diseñar políticas publicas, es necesario identificar y definir de manera correcta el problema a abordar. Así, “el problema”, es el componente central para avanzar en una correcta formulación de políticas publicas e implementación de estrategias de solución, ya que es habitual que las propuestas de política fallen más debido a que tienden a resolver el problema equivocado, que porque presentan una solución equivocada al problema correcto.
Para ampliar y obtener una comprensión que sea lo más completa posible del problema, es necesario integrar la mayor cantidad de perspectivas desde cuales se percibe la situación problemática. Dicho en otros términos, es necesario integrar el mayor número de actores relevantes al análisis de los problemas.
Estructuración del Problema: Existen diversos métodos y técnicas que permiten llevar a cabo la decodificación de situaciones problemáticas y la estructuración de los problemas, uno de ellos es el método de Análisis Causal, que consisten en identificar las variables controlables que inciden en la situación problemática, para en una segunda instancia, identificar las causas posibles, de las probables, que afectan a dichas variables, lo que permite orientar las estrategias de solución hacia este último tipo de causas, de modo de orientar la atención en la etapa de formulación de acciones hacia estas últimas. Esto nos permitirá trabajar sobre aquellos factores que, si fueran modificados significativamente, permitirían mejorar el nivel de insatisfacción generado por el problema en cuestión, y eventualmente, resolver el mismo.
Es necesario precisar, que:
Las causas posibles son aquellas que siendo remotas, contribuyen a la existencia del problema.
Las causas plausibles son en cambio son aquellas que siendo próximas, tienen una vinculación empírica evidente con el problema. Estas causas se transforman en las variables controlables sobre las que es necesario actuar en el corto plazo para resolver el problema.
Al hablar de variables controlables, entenderemos que son aquellas sobre las cuales los decisores de política tienen capacidad actuación y manipulación, tanto en el corto como en el mediano plazo.
A fin de graficar lo manifestado valga el siguiente ejemplo:
Imaginemos que el Estado, en cualquiera de sus niveles, tiene poca recaudación impositiva, indudablemente el problema debe ser definido como: “BAJA RECAUDACIÓN IMPOSITIVA”, si en lugar de definirse asi se define como: “NECESIDAD DE AUMENTAR LOS IMPUESTOS”, obtendremos una solución correcta al problema equivocado, ya que estamos confundiendo una posible solución al problema con el problema mismo. Si definimos correctamente el problema de baja recaudación impositiva, el bajo valor de los impuestos será una de sus causas pero no la única, otras causales tendrán que ser tenidas en cuenta, así, la alta/baja capacidad de pago poblacional, el tipo de impuesto y/o servicio con significativa morosidad, los niveles de empleo, la presión desigual de la estructura impositiva, y así otras causales que a su vez tienen otras causales; de esta forma se abre el abanico del problema que permite elaborar políticas sobre una o varias causales del problema en busca de una solucion estrategica.
Hallar la solución correcta al problema equivocado es algo que habitualmente ocurre en el diseño de políticas, y lógicamente esas políticas generan impactos diferentes a los previstos. Volviendo al ejemplo: el aumento impositivo, sin considerar otras variables, no implica necesariamente mejorar la recaudación, debido a que la causa más significativa posiblemente fuera otra u otras (desempleo, bajos salarios, etc.), y ese aumento en lugar de mejorar la recaudación produce un resultado no deseado como un paro de actividades u otras medidas contrarias a la solución.
Para ampliar y obtener una comprensión que sea lo más completa posible del problema, es necesario integrar la mayor cantidad de perspectivas desde cuales se percibe la situación problemática. Dicho en otros términos, es necesario integrar el mayor número de actores relevantes al análisis de los problemas.
Estructuración del Problema: Existen diversos métodos y técnicas que permiten llevar a cabo la decodificación de situaciones problemáticas y la estructuración de los problemas, uno de ellos es el método de Análisis Causal, que consisten en identificar las variables controlables que inciden en la situación problemática, para en una segunda instancia, identificar las causas posibles, de las probables, que afectan a dichas variables, lo que permite orientar las estrategias de solución hacia este último tipo de causas, de modo de orientar la atención en la etapa de formulación de acciones hacia estas últimas. Esto nos permitirá trabajar sobre aquellos factores que, si fueran modificados significativamente, permitirían mejorar el nivel de insatisfacción generado por el problema en cuestión, y eventualmente, resolver el mismo.
Es necesario precisar, que:
Las causas posibles son aquellas que siendo remotas, contribuyen a la existencia del problema.
Las causas plausibles son en cambio son aquellas que siendo próximas, tienen una vinculación empírica evidente con el problema. Estas causas se transforman en las variables controlables sobre las que es necesario actuar en el corto plazo para resolver el problema.
Al hablar de variables controlables, entenderemos que son aquellas sobre las cuales los decisores de política tienen capacidad actuación y manipulación, tanto en el corto como en el mediano plazo.
A fin de graficar lo manifestado valga el siguiente ejemplo:
Imaginemos que el Estado, en cualquiera de sus niveles, tiene poca recaudación impositiva, indudablemente el problema debe ser definido como: “BAJA RECAUDACIÓN IMPOSITIVA”, si en lugar de definirse asi se define como: “NECESIDAD DE AUMENTAR LOS IMPUESTOS”, obtendremos una solución correcta al problema equivocado, ya que estamos confundiendo una posible solución al problema con el problema mismo. Si definimos correctamente el problema de baja recaudación impositiva, el bajo valor de los impuestos será una de sus causas pero no la única, otras causales tendrán que ser tenidas en cuenta, así, la alta/baja capacidad de pago poblacional, el tipo de impuesto y/o servicio con significativa morosidad, los niveles de empleo, la presión desigual de la estructura impositiva, y así otras causales que a su vez tienen otras causales; de esta forma se abre el abanico del problema que permite elaborar políticas sobre una o varias causales del problema en busca de una solucion estrategica.
Hallar la solución correcta al problema equivocado es algo que habitualmente ocurre en el diseño de políticas, y lógicamente esas políticas generan impactos diferentes a los previstos. Volviendo al ejemplo: el aumento impositivo, sin considerar otras variables, no implica necesariamente mejorar la recaudación, debido a que la causa más significativa posiblemente fuera otra u otras (desempleo, bajos salarios, etc.), y ese aumento en lugar de mejorar la recaudación produce un resultado no deseado como un paro de actividades u otras medidas contrarias a la solución.
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