martes, 25 de septiembre de 2012

SE REALIZO LA MARCHA POR JOSE IGNACIO RUCCI

Claudia Rucci: No somos la Corpo ni la Opo

La diputada nacional Claudia Rucci, pidió que "no nos traten como enemigos, somos adversarios. No somos la Corpo, no somos la Opo no busquen enemigos, dejen de tratarnos así" al realizar la marcha por la apertura de la causa por el asesinato de José Ignacio Rucci ocurrido hace 39 años.
Tal como fue publicado en este blog la hija del Jefe de la CGT, fue acompañada, entre otros, por Hugo Moyano, Juan Manuel de la Sota, Francisco de Narvaéz, Jorge Busti, Adolfo Rodríguez Saá, Gerónimo Venegas, Jesús Cariglino, Aldo Rico y el intendente kirchnerista de Hurlingham, Luis Acuña 
En uso de la palabra Claudia Rucci, entre otras cosas, dijo: "Estamos acá para defenderlo porque es como defender a cada uno de ustedes. Queremos justicia porque a pesar de tanto dolor tenemos derecho a saber la verdad, creemos en la reconciliación de los argentinos. No hay rencor, venimos por verdad y justicia para todos y cada uno de nosotros" y agregó que "comienza un largo camino de lucha por los que entregaron la sangre para que este país sea gobernado por el peronismo. Vivamos en paz, por una patria grande, un pueblo feliz sin enemigos y que para un argentino no haya nada mejor que otro argentino".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es hora de hacer justicia y que se aclare el asesinato de Rucci, no alcanza con decir que fueron los montoneros, es importante saber los responsables intelectuales e idiologicos de querer terminar con el proyecto nacional y popular de JUAN DOMINGO PERON

Daniel dijo...

Caso Rucci: ¿Qué hacemos con la indemnización, Claudia?
MARTES 25 DE SEPTIEMBRE DE 2012
Por José Cornejo I La Agencia Paco Urondo siempre reivindicó a José Ignacio Rucci. El Secretario General de la CGT luchó por el regreso de Perón y por las conquistas obreras del peronismo histórico. Pero el accionar de su hija ofende su memoria.
La lucha de dirigentes como Rucci permitieron que las conquistas de 1945-55 sobrevivieran a regimenes represivos como la “Libertadora” y el onganiato. Su asesinato el 25 de septiembre de 1973 despertó múltiples hipótesis aún hoy no confirmadas. Desde la CIA (versión Dante Gullo) hasta una fracción de las FAR a punto de sumarse a Montoneros (versión Ceferino Reato). “No se sabe, incluso pudo haber sido una interna sindical” señaló su hijo, Aníbal, en una entrevista para la APU en la Fundación Rucci. En aquel momento, la interna con Lorenzo Miguel estaba cada vez más caliente.
Por decisión de Carlos Menem, la familia Rucci cobró una indemnización de 220 mil dólares. El decreto señalaba que el asesinato del secretario general de la CGT estaba encuadrado en la ley 24.411 artículo 2: “Tendrán derecho a percibir igual beneficio los causahabientes de toda persona fallecida como consecuencia del accionar de las fuerzas armadas, de seguridad, o de cualquier grupo paramilitar con anterioridad al 10-12-83”. La ley buscaba reparar a las víctimas no solo del ejército sino también de la AAA. Posteriormente, la situación política incidirá para que Claudia Rucci cuestione esta presunción que la había beneficiado. En 2005, la senadora Cristina Fernández de Kirchner derrota electoralmente a Hilda González de Duhalde, alias Chiche. Eduardo Duhalde inicia una batería de conspiraciones, algunas de las cuales participa su cómplice sindical, Gerónimo “Momo” Venegas, responsable de UATRE. Este último financia la campaña anónima “asesinado por argentino y peronista” con el rostro de José Rucci. El objetivo era ambicioso: quebrar la alianza del gobierno kirchnerista con el sindicalismo, a partir de denunciar que los Kirchner eran montoneros y por lo tanto responsables del asesinato de un ícono del sindicalismo. La campaña fracasa, por lo cual se procede a una campaña mucho más explícita denunciando “los terroristas, subversivos y asesinos en el poder”, tales como los periodistas Horacio Verbitsky y Miguel Bonasso, el secretario de Derechos Humanos Eduardo Duhalde, el secretario legal Carlos Zanini.
Ante un nuevo fracaso, Duhalde recluta a la hija de Rucci, Claudia, que había tenido veleidades mediáticas desde temprana edad. En la lista que Duhalde le arma a Francisco De Narváez, Claudia ingresa como diputada nacional. La única forma de justificar su ingreso a esta responsabilidad era inventar una militancia contra la izquierda peronista y la supuesta responsabilidad de Montoneros en el asesinato de su padre. Esa convicción no la profesaba en 2004, cuando fue funcionaria del gobierno nacional, según lo señala ella misma en su sitio.
Obviamente, el doble discurso de Claudia no implica un delito, pero sí haber cobrado el resarcimiento. En 2008 un juez comenzó a investigar si la indemnización correspondía. En 2009, el hijo de desaparecidos Aníbal Facundo Martínez Soler la denunció por “estafa a la administración pública”.
José Ignacio Rucci es un mártir del peronismo y del campo popular en Argentina. Claudia debería elegir entre cobrar la indemnización o denunciar a la izquierda peronista. Si no, puede suponerse que hay mucho de oportunismo y poco de respeto al padre.

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