¡Feliz cumpleaños!
¿Qué feliz cumpleaños?
¿No es su cumpleaños?
No…
¿Y esa torta que se trajo? creí que quería festejar su cumpleaños acá…
¿Me está cargando?
¿Por qué habría de estar cargándolo, hombre?
¿Usted se fijó cuántas velitas tiene esta torta?
No… a ver… 10… 22… 37…. 54… 78…. 86… 95… 107… 119 ¡119!
¿Y le parece que yo puedo cumplir 119 años?
Y… no… está un poco arruinado, pero no me parece que tenga tantos…
¡Ah! ¡gracioso el tipo!
Bue, no se enoje ¿para qué la torta, entonces?
Para festejar el natalicio del general…
¿Qué general?
¡Uh! ¡ya se está pareciendo a “¿Dónde está Mauricio?” Richards!
¿Por qué me dice eso?
¡Y qué general va a ser, hombre! ¡Perón!
¡Ah! Claro… tiene razón que hoy se conmemora el natalicio… 119 años, miré usted… ¡si el general viviera!
Si el general viviera ya estaría bastante viejo, le digo…
¡Che, respeto!
Y, pero tengo razón… lo jodieron cuando tenía 78 ¿se imagina con 119?
Bue, mejor dejemos esa discusión para otro momento ¿y por qué usted tiene la torta? ¿se hizo cargo de la conmemoración?
No, que va… me pidió que se la cuidara “Allí donde esté Otahacehe” Richards hasta que se organicen con el acto…
¿No me diga que todavía no se organizaron? ¡pero si es hoy!
Sí, es hoy, pero si le contara como viene la mano en la Muni…
¡¿Otra vez despelote por un acto?!
Ajá… ni se imagina…
Bueno ¡cuente, cuente!
Como usted sabe, en cuanto “Di Caprio” se enteró que había que conmemorar el natalicio del general y se avivó que se trataba de Perón y no del general Galtieri, como pretendía el padre de “Di Caprio”, le encomendó la tarea a su secretario de Gobierno…
¡Josecito “¿Dónde está Mauricio?” Richards!
Ajá…
¿Y?
Y bueno, como usted ya sabe “¿Dónde está Mauricio?” empezó a buscar una foto del general para poner en el palco. Y en el sótano del Palacio encontró varias de distintos generales…
¿Cómo de distintos generales?
Claro, como usted ya sabe en los sótanos se puede encontrar cualquier cosa. La cuestión es que “¿Dónde está Mauricio?”, como no sabe quién es Perón, subió con los cuadros de los generales Paz, Artigas, Lonardi, Perón y Lanusse…
¡Qué elenco!
Psé… bue, subió con los cuadros a su despacho y lo llamó a “Mirá que te meto un derechazo” Federico para que le dijera cuál era Perón…
¡Qué lo parió!
El tema es que pasaba el tiempo y los dos estaban parados frente a los cuadros sin saber cuál elegir, mientras Josecito protestaba: “Porqué no me habrá pedido el de San Martín o el de Belgrano” “¡O el de Viola!”, atinó a gritar “Me pongo loco” Pablo, que justo entraba en ese momento…
¡Papá!
En medio de esta incertidumbre, porque ahora los tres estaban parados mirando los cuadros sin saber qué hacer, a Pablo se le ocurrió llamar a “¿Le manejo el auto, Jefe?” Héctor que fue corriendo hasta el despacho de Josecito y mientras recuperaba el aliento, no dejaba de repetir “Perón es el que Joaquín quiera, el que Joaquín quiera, el que Joaquín quiera…” “¡Bueno, pará!”, le gritó “Joaquinito” Jaime que lo siguió para ver a dónde iba con tanto apuro, “¡No podés ser tan obsecuente!”
¿Y qué dijo “¿Le manejo el auto, Jefe?”?
Le respondió “Tenés razón, pero a Perón mejor que lo elija Joaquín”
¡Uy Dios!
Precisamente a Dios se estaba encomendando Josecito cuando sonó el teléfono, era “Vamo y vamo” Claudio que les pedía ayuda a los muchachos de la Muni para recuperar el escudo peronista…
¡¿Le robaron el escudo?!
Sí, se lo había afanado “El polaco” Marianito Vrhovski para hacer su acto de homenaje al general…
¡Qué despelote!
La cuestión es que medio Consejo del Partido Justicialista lo corría a Vrhovski por la plaza al grito de “¡Devolvé el escudo, turrito!” y cuando estuvieron a un paso de alcanzarlo, Vrhovski, en un auténtico pase al estilo rugby, le tiró el escudo al “Gringo” Lopresti que lo esperaba en su auto…
¿Y qué hizo Lopresti?
Puso tercera y salió arando…
¡Que lo parió!
Psé… en medio de ese despelote callejero “Mirá que te meto un derechazo”, “Me pongo loco” y “Joaquinito” seguían mirando los cuadros sin saber cuál elegir, mientras “¿Le manejo el auto, Jefe?” rezaba arrodillado en un rincón para que entrara “Di Caprio” y eligiera el cuadro que se le diera la gana…
¡Qué imagen!
Qué imagen será la de Perón se preguntaba Josecito cuando atinó a entrar el “Mayordomo” Perkins y les preguntó qué hacían. “Joaquinito” le explicó y el “Mayordomo” les gritó “¡Pero ustedes son pelotudos o se hacen!”
¡¿Y?!
Al escuchar los gritos, Héctor se puso a llorar, mientras el “Mayordomo” salía con el cuadro de Perón para ir al acto…
Bue, se solucionó el problema ¡habemus actum!
¡No! ¡qué habemus actum! El despelote siguió en el HCD…
¡No diga!
Digo…
¿Y en el Concejo qué pasó?
Resulta que se reunieron en sesión especial para homenajear a Perón y allí la discusión enfiló para el lado de quién era más peronista de todos…
¡Uuuhhh!
Psé… salió Pablito “Tengo dos tíos iguales” López diciendo “el peronismo histórico lo encarnamos nosotros”… “¡Nosotros, las pelotas!”, gritó Rubén “Yo conocí a Perón” Zárate y agregó “acá el único peronista histórico soy yo”…
¡Mamita!
En eso “¿Me entendé o no me entendé?” Kippes vociferó “¡Yo reparto tasas desde que era pibe, cuando Perón vivía!”, justo cuando “¿Qué estoy haciendo acá?” Carina preguntaba “¿Quién es Perón?”…
¡Qué despelote!
Ni hablar, fue ahí cuando “Pérez somos todos” Lorena espetaba “¡Peronistas somos nosotros, por eso Claudio maneja el Consejo del Partido!” “¡Eso!” agregó Juancito “Te sigo Claudio” Chiapparrone… y la cosa seguía grito va grito viene…
¿Pero la sesión se hizo o no?
Bue, en ese preciso instante apareció “Lanzadera volante” Reverdito, que venía corriendo desde su despacho al grito de “¡Miren lo que encontré en un cajón del escritorio!”
¿Qué había encontrado?
Fíjese qué sorpresa, todos al unísono exclamaron: “¡El peronómetro de Luppino!”
¡No joda! ¿no me diga que “Aquí me pongo a cantar” se olvidó el famoso peronómetro en el HCD?
Así parece…
¡Uhhh! ¿Y?
Y Reverdito dijo con autoridad presidencial “Ahora vamos a ver quién es más peronista acá, qué joder”
¿Y?
Y, salieron todos rajando con la excusa de que tenían que ir al acto…
¡Qué lo parió!
Psé… el asunto es que cuando los funcionarios comunales enfilaron para la plaza se encontraron con que los muchachos de la izquierda vernácula estaban armando su palquito para el acto de mañana…
¡¿Qué acto de mañana?!
¡¿Cómo qué acto de mañana?! ¡Los 47 años de la muerte del Che!
¡Tiene razón! ¿Y dónde van a hacer el acto?
¡¿Usted me está cargando?! ¡Junto al busto del Che!
¿Hay un busto del Che en la plaza?
¡Pero claro, hombre! Justo frente al monumento de Memoria, Verdad y Justicia que hizo poner “Aluvión-Latito” Puricelli…
¡Ahh! ¿ese es el Che?
Claro ¿quién pensó que era? ¿Mao Tse Tung?
No, creí que era el “Chino” Tapia con boina. Hablando de eso, me tiene que contar el secreto del “Chino” ¿se acuerda?
Me hizo acordar, él también está organizando el acto de homenaje…
¿Pero cuántos actos van a haber?
Y, cada línea PJ es un acto…
¿Y la unión?
¡Me está cargando!
Bue… no se enoje… cuente el secreto del “Chino”…
Hoy no. Es el día de homenaje al general, no estamos para develar secretos…
¡Siempre igual!
Tenga paciencia. Todo llega…
Bueno, bueno ¿y usted que va a hacer con la torta?
Cuidarla hasta que termine el acto…
¿Y quién va a apagar tantas velitas?
Creo que van a tener que usar un ventilador…
¡Uhh! ¡Si Perón viviera!
Si Perón viviera tampoco las hubiera podido apagar…
¡Che, respeto!
Ta bien, hombre, pero nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio…
En fin… ¿Le traigo un café?
Sí y un cuchillo para cortar la torta…
¡Un cuchillo! ¡¿Va a cortar la torta del general?!
Y, sí, estos hasta que se organicen para el acto se van a olvidar de la torta…
Y bue, ya que está traigo el ventilador y cantamos el feliz cumpleaños…
Dele…
Alfredo Sayus
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