sábado, 22 de diciembre de 2012

SAQUEOS Y CRUCES POLITICOS


Los violentos disturbios que comenzaron en Bariloche el jueves se reprodujeron en varias provincias, principalmente en el conurbano bonaerense. Ya hay dos muertos, un policía en coma y cientos de detenidos. El Gobierno apuntó contra el moyanismo y sus aliados como responsables. Desde la CGT retrucaron: "Están impulsados por el propio poder"
Lo que comenzó en Bariloche como episodios aparentemente aislados se desperdigó por ciudades de todo el país. A última hora del jueves, cientos de personas saquearon la sucursal de Carrefour de Campana y luego robaron a decenas de vehículos en la Ruta 9.
Episodios de ese calibre se registraron este viernes en muchos otros lugares. EnRosario incluso se cobraron la vida de dos personas, que murieron en hechos todavía confusos cuando intentaban irrumpir en comercios de esa ciudad santafesina.
Al menos media docena de localidades del Conurbano bonaerense vivieron situaciones similares, pese al refuerzo en materia de seguridad que ordenaron las autoridades. Uno de los casos más graves fue en San Fernando, en donde un grupo de violentos se enfrentó con la Policía. En tanto, en Junín, un comerciante disparó contra una turba que ingresó a su negocio, sin que se produzcan heridos.
Por otro lado, en Córdoba, una veintena de personas, algunos menores de edad, ingresaron a una carnicería para intentar llevarse mercadería, pero la policía evitó el saqueo. Tres jóvenes fueron detenidos.
Frente a ese clima de tensión, gobernaciones y municipios se pusieron en alerta, sobre todo los que ya registraban incidentes y los linderos con éstos.
Adicionalmente, comerciantes decidieron cerrar sus puertas para evitar que se repitan los atracos y hasta organizaron cadenas de información para mantenerse al tanto de los acontecimientos.
Intendentes bonaerenses reclamaron a la Provincia y a la Nación mayor presencia de efectivos en sus comunas, reclamo que fue recogido por el gobernador Daniel Sciolique ordenó a la Policía que “actúe con la máxima rigurosidad”m
"La instrucción es muy clara. Estamos supervisando personalmente el operativo para poner a disposición de la Justicia a estos violentos. Uno a uno, todos van a ir presos", señaló Scioli.
A última hora de la tarde, el ministro provincial de Seguridad, Ricardo Casal, informó que se había detenido a 378 personas. 

El trasfondo político 
Desde que se conocieron los disturbios en Bariloche en adelante, muchos dirigentes aseguraron que la ola de violencia tenía una motivación política. Sin embargo, fueron escasas las voces que fueron precisos en sus denuncias.
"Hay un sector de la Argentina que quiere teñir de sangre las Fiestas", lanzó el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien había viajado a Bariloche junto a un contingente de 400 gendarmes para ayudar a controlar la situación.
Berni aseguró que “esto es algo organizado, corresponde a cuestiones políticas". En ese sentido, apuntó a la CGT que lidera Hugo Moyano y a su aliado de la CTA, Pablo Micheli. 
Al referirse a los hechos ocurridos en Campana, el funcionario nacional apuntó contraJorge Villalba, cercano al dirigente de la CTA opositora, y a Héctor "El Paraguayo" González, miembro del gremio que conduce el secretario general de la CGT y líder de la barrabrava de Villa Dálmine.
"Vemos cómo se mueven, no tienen escrúpulos, no son capaces de discutir democráticamente sus ideas y quieren generar casos, violencia, y lamentablemente siempre la pagan los buenos", añadió.
En la misma línea se manifestó el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina: “No sean ingenuos, hay sectores interesados en que esto ocurra. Tenemos mucha información. Hay sectores vinculados a la política, al gremio Camioneros, a Gastronómicos. Son sectores que quieren generar zozobra en la Argentina".
La respuesta no se hizo esperar. Escudados por sus principales laderos, los titulares de las organizaciones acusadas por los miembros del gabinete ofrecieron una rueda de prensa en la que desmintió cualquier vinculación con los saqueos. “Somos víctimas, no victimarios”, aseguró Moyano. “Si tienen pruebas y agallas, que nos detengan", desafió.
"El Gobierno no tiene respuestas para nada, entonces se quiere victimizar", subrayó el líder camionero. “Las condiciones para que esto ocurra" las creó el oficialismo, insistió. 
Y fue más lejos. “Lo que más nos ha sorprendido es la forma en que los funcionarios atacan, descalifican y acusan al mejor estilo de las dictaduras a quienes tenemos la representatividad de los trabajadores", dijo.
Adelantó, además, que denunciará ante la Justicia a los miembros del Gobiernoque vertieron las versiones contra el sindicalismo opositor "para que estos lenguaraces de una vez por todas callen la bocaza y no digan esas estupideces".

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